domingo, 15 de marzo de 2015

Me fue dada una espina en la Carne

"Pablo dice: “Me fue dada una espina en la carne, un mensajero de Satanás que me abofetee, para que no me enaltezca”. Ahora noten cada una de estas palabras. Primero, dice: “Me fue dada”. Él reconocía que su gran tribulación era un don. Bien dicho. No dice: “Me fue infligida una espina en la carne”, sino “Me fue dada”. Este es un santo reconocimiento. Oh hijo de Dios, entre todos los bienes de tu casa, no tienes un solo artículo que sea una mejor señal del amor divino hacia ti que tu cruz cotidiana. A ti te alegraría liberarte de ella, pero si te fuera retirada perderías el tesoro más preciado. Bendito sea Dios por el crisol y por el horno."
Charles H. Spurgeon 

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