Es un cristianismo sin Cristo, porque sencillamente pisotéa descaradamente sus enseñanzas, respecto al tiempo final.
Cristo ha dicho que los tiempos finales serían como los días de Noé, pero los que han comprado el engaño del Reino Ahora, dicen que viene un avivamiento que traerá la conversión del mundo entero, para así ser gobernado “cristianamente” por un Gobierno Profético Apostólico, que en realidad es el Gobierno del Falso Cristo de la Nueva Era.
También es un cristianismo sin Cristo, porque carece de la capacidad de poner la mira en las cosas de arriba, y no en las de la tierra; y carece de dicha capacidad, porque se trata de gente que no ha experimentado la resurrección espiritual, que experimentan quienes han sido regenerados.
Esto explica, el por qué de quienes se adhieren al movimiento del Reino Ahora, hacen tanto énfasis en conquistar ciudades, es que sencillamente, aun están cegados, por el príncipe de este mundo, y no pueden ver el Reino de Dios; y es por esto, que solo piensan en lo terrenal, lo que también les lleva al engaño de creer que el Evangelio, es una plataforma para obtener riquezas terrenales.
Más, los que han sido engendrados como nuevas criaturas, anhelan una ciudad mejor, la Nueva Jerusalén, cuyo arquitecto y fundador es Dios.
Y por último, es muy probable que dentro de este movimiento, existan verdaderos cristianos, que por falta de conocimiento, hayan sido arrastrados por ése viento de doctrina, y es, a ellos, a quien va dirigida ésta advertencia, pues el Espíritu Santo no fallará en guiarlos a toda verdad.
¡ Que el Señor le bendiga !
Hno. Daniel N. Pastore
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