viernes, 10 de abril de 2015

@Shari_Lithgow

Ante la vitalidad de una realidad inevitable me encontré frente a una verdad irrevocable, revestida de poder y autoridad, y no tuve opción, mi corazón caminó en pos de Su voluntad, en ella inhalé mi paz y exhalé mi libertad. 
Las cicatrices que surgieron de los duros procesos que fueron haciendo surcos en los recuerdos perecederos que trataron de conquistar lo inalcanzable, convirtiéndose en cómplices de realidades vulnerables que se encontraban a millas de distancia de una fe insobornable. Me hallaba a centímetros de lo que una vez llamé “imposible”. Justo allí entendí que, cuando la fe habla, la duda solo tiene la opción de hacer silencio y tragarse sus palabras. 

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