Desde el tiempo de Moisés, los ancianos fueron asumiendo poco a poco un papel de mayor importancia en la vida del pueblo de Israel.
--- Esta participación mitigó en gran parte el trabajo de sus líderes en asuntos sociales, civiles y
religiosos. --- De igual modo, los ancianos en el Nuevo Pacto, jugaron un papel de notable importancia en la dirección,organización, enseñanza, supervisión y cuidado de la primera iglesia, y aunque su labor no fue de la magnitud de los ancianos del Primer Pacto, no obstante su pluralidad como un presbiterio local, ayudó a su crecimiento y estabilidad por la abundancia de sabiduría que había en la diversidad de ellos.
religiosos. --- De igual modo, los ancianos en el Nuevo Pacto, jugaron un papel de notable importancia en la dirección,organización, enseñanza, supervisión y cuidado de la primera iglesia, y aunque su labor no fue de la magnitud de los ancianos del Primer Pacto, no obstante su pluralidad como un presbiterio local, ayudó a su crecimiento y estabilidad por la abundancia de sabiduría que había en la diversidad de ellos.
---- Desgraciadamente a partir de los primeros siglos, la iglesia se fue alejando de su modelo original, y fue asumiendo el sistema de gobierno del mundo, dejando así el cuidado de cada congregación en las manos de un solo hombre, lo cual nunca fue el propósito de Dios para la dirección de su
iglesia.
En la Biblia tenemos tres escenarios donde vemos la actuación de los ancianos: El primero, en la vida de Israel,
(Números 11:16,17), el segundo, en la dirección de iglesia, (Hch. 14:23), y el tercero, en el libro de Apocalipsis, donde
los ancianos rinden alabanza y adoración a Dios y al Cordero, (Ap. 5). --- Vale la pena hacernos la pregunta: ¿Por qué
ancianos?, sencillo, porque al hablar de ancianos, (especialmente aquellos que tienen el Espíritu de Dios) hablamos de
sabiduría, de experiencia, de madurez, de prudencia, de paciencia, de templanza, de equidad, de consejo, de
instrucción, de buen juicio, de dominio propio, etc. (Job 12:12), y en cuanto a su pluralidad, la Palabra nos enseña, que
en la multitud de consejeros hay seguridad y esta la victoria. (Prov. 11:14; 24:6). ---Una iglesia que ignora las canas, y
que subestima la vejez, va sin rumbo fijo, porque ha rechazado el consejo, la sabiduría y la experiencia. --- La iglesia
primitiva a nivel local, siempre descansó sobre las espaldas de un presbiterio, es decir una pluralidad de ancianos,
nunca sobre un solo hombre, como es costumbre hoy en día. --- Esta forma de administración cimentó, consolidó y
aseguró su crecimiento y extensión en sus años mozos.
Es imposible que un joven recién egresado de un institución teológica, tenga la sabiduría, la experiencia y la capacidad
para guiar y apacentar una congregación, cuando en la misma iglesia hay personas más capaces que el. --- Aún así, no
dudamos que esa persona tenga algo de experiencia y de conocimiento, que de alguna manera buscará aplicarlo en la
congregación, pero esto ayudará muy poco en lidiar con los problemas que se presenten con el tiempo, en los cuales se
requiere la sabiduría aunada a la experiencia que dejan los años, de otra manera solo se cumplirá el dicho: "Echando a
perder se aprende", y entendiendo además, que la iglesia no es un laboratorio para experimentar. --- La iglesia local
tampoco fue diseñada para que la dirigiera un solo hombre, ya que se corre el peligro de caer en una dictadura. --- Este
sistema funciona más bien en el ambiente secular, donde el despotismo y la prepotencia reinan, pero esto no fue lo
destinado para la iglesia. --- Cristo alertó a sus discípulos acerca del peligro de anhelar la grandeza, advirtiéndoles que
de intentarlo, solo los llevaría a una humillación segura, mediante la cual se esfumarían sus anhelos de sobresalir sobre
los demás. (Mt. 20:25-28).
El pastor solitario es un huérfano sin herencia en la Palabra, ha sido más bien un cómplice cooperando con mantener
un sistema cuyas estructuras pertenecen más a la religión tradicional que al modelo establecido por los apóstoles,
mediante el cual la iglesia conoció su libertad, y tuvo un crecimiento óptimo, porque su vida era orgánica, sus miembros
conocían verdaderamente la edificación mutua, y el amor fraternal no era una utopía, ya que la cabeza era Cristo mismo
y no el hombre. --- Esto se debió también a aquellos hermanos llamados ancianos, dotados de sabiduría, los cuales
dirigieron, apacentaron, supervisaron y cuidaron del rebaño del Señor voluntariamente, no por ganancia deshonesta,
con ánimo pronto, y no como teniendo señorío, sino siendo ejemplos de la grey. (1 Ped. 5:1-4).
Muchos podrán objetar, diciendo que los tiempos han cambiado, o que las culturas demandan otro tipo de liderazgo,
pero estos son solo argumentos humanos, que aunque tengan sentido, lo establecido por Dios no cambia, y es lo que
va a funcionar. --- Porque querer justificar nuestra posición sin el respaldo de las Escrituras, solo nos convierte en unos
necios, aferrados a construir nuestra casa sobre la arena. --- Así es que todo lo que digas o hagas en tu afán de
justificarte, solo será en tu contra.
El pastoreo moderno de un hombre, no tiene raíz alguna en las Escrituras, no tiene donde sustentarse, y no puede
probar su autenticidad. --- Surgió como un fantasma en el tiempo de la historia, para encarnarse en la persona de un
hombre, y así tomar el destino de cada congregación. --- Este llamado "ministerio" pastoral, usurpó el modelo original de
un presbiterio local, establecido por los apóstoles, como lo hiciera Pablo al final de su primer viaje apostólico, donde
estableció, no un pastor, sino varios ancianos en cada iglesia que él había plantado, veamos: "Y constituyeron ancianos
en cada iglesia, y habiendo orado con ayunos, los encomendaron al Señor en quien habían creído". (Hechos 14:23). ---
Más tarde le recuerda a Timoteo lo que había recibido por la imposición de manos de los ancianos locales: "No
descuides el don qué hay en ti, que te fue dado mediante profecía con la imposición de las manos del presbiterio". (1
Tim. 4:14). --- También Santiago en su carta, anima a los hermanos a llamar a los ancianos de la iglesia y no a ningún
pastor, en caso de necesidad: "¿Está alguno enfermo entre vosotros?, Llame a los ancianos de la iglesia, y oren por él,
ungiéndole con aceite en el nombre del Señor". (Santiago 5:14). --- Tristemente este modelo de servicio y supervisión
una vez latente en el Nuevo Testamento, ha ido desapareciendo bajo los escombros de la presente tradición, la cual ha
logrado imponerse a través de los últimos siglos, por la prepotencia de sus defensores, los cuales no han dejado que
prevalezca la Verdad, y esta situación ha mantenido a la iglesia estancada, en medio de un mundo que amenaza con
sofocarla y extinguirla, porque sus líderes la tienen atada, y ella no ha sido capaz de sobreponerse a su deplorable
condición, ni de recobrar su herencia en la Palabra.
Pareciera que las palabras dichas a Faraón, resonaran hoy en el llamado ministerio pastoral moderno: "Deja ir a mi
pueblo..." (Éxodo 5:1), y que el Señor amonestara a dicho liderazgo ordenándole: ¡Suelta a mis hijos!, desata sus
amarras para que me sirvan, para que me conozcan y me adoren sin intermediados, para que ellos solos se edifiquen y
se ministren, para que con libertad se amen y se ayuden, como lo fue en otro tiempo, para que comiencen a unirse por
las coyunturas y ligamentos como miembros de un cuerpo que son, ya no los quiero ver más desunidos, ya no soporto
más que solo sean espectadores de tus programas, de tu elocuencia. --- "Déjalo ir a Mi Pueblo", comprende que Yo soy
su cabeza y no tú. --- De ellos mismos pueden salir hombres santos que los apacienten y supervisen voluntariamente,
sin esperar nada, sin ejercer control y sin llamar la atención, siendo solo un ejemplo para ellos. --- Entiende que tu solo
no me eres indispensable, este nunca fue mi plan, yo establecí una pluralidad de hombres en cada congregación, y no
un solo hombre. --- Deja de arruinar "mi iglesia", yo sé que eres sincero, pero el obedecer es mejor que los sacrificios, (1
Sam 15:22). --- Deja ya de ser el principal, deja el altar, el púlpito, no necesito más lugares altos en la reunión de mi
pueblo, Yo quiero ser el único Alto y Sublime. --- Baja de allí, y se como uno de ellos, si eres digno, serás parte del
nuevo "presbiterio", el cual permitirá que Yo sea la única cabeza, y no tú. --- Este presbiterio o ancianos, supervisarán y
cuidarán de la iglesia local, la asistirán en la enseñanza, en el consejo, pero no ejercerán dominio alguno sobre ella,
porque Yo soy su cabeza. --- Tu solo serás un servidor, un voluntario, pasarás desapercibido, ya no serás el "icon", "el
pastor", "el doctor", "el actor", "el aclamado", sino un miembro de mi cuerpo al igual que los demás. --- Si esto haces,
estarás regresando a lo que un día establecí para mi iglesia, lo cual fue desfigurado por la ambición de los hombres, los
cuales cambiaron mis preceptos e hicieron su propia religión. --- Renuncia pues a tu grandeza, y ya no andes más
descarriado, y ven a formar parte de mi pequeño rebaño, que al fin y al cabo "Yo soy su Pastor". (Juan 10:11,14). ---
Guillermo Pérez --- Gracia y paz!!
iglesia.
En la Biblia tenemos tres escenarios donde vemos la actuación de los ancianos: El primero, en la vida de Israel,
(Números 11:16,17), el segundo, en la dirección de iglesia, (Hch. 14:23), y el tercero, en el libro de Apocalipsis, donde
los ancianos rinden alabanza y adoración a Dios y al Cordero, (Ap. 5). --- Vale la pena hacernos la pregunta: ¿Por qué
ancianos?, sencillo, porque al hablar de ancianos, (especialmente aquellos que tienen el Espíritu de Dios) hablamos de
sabiduría, de experiencia, de madurez, de prudencia, de paciencia, de templanza, de equidad, de consejo, de
instrucción, de buen juicio, de dominio propio, etc. (Job 12:12), y en cuanto a su pluralidad, la Palabra nos enseña, que
en la multitud de consejeros hay seguridad y esta la victoria. (Prov. 11:14; 24:6). ---Una iglesia que ignora las canas, y
que subestima la vejez, va sin rumbo fijo, porque ha rechazado el consejo, la sabiduría y la experiencia. --- La iglesia
primitiva a nivel local, siempre descansó sobre las espaldas de un presbiterio, es decir una pluralidad de ancianos,
nunca sobre un solo hombre, como es costumbre hoy en día. --- Esta forma de administración cimentó, consolidó y
aseguró su crecimiento y extensión en sus años mozos.
Es imposible que un joven recién egresado de un institución teológica, tenga la sabiduría, la experiencia y la capacidad
para guiar y apacentar una congregación, cuando en la misma iglesia hay personas más capaces que el. --- Aún así, no
dudamos que esa persona tenga algo de experiencia y de conocimiento, que de alguna manera buscará aplicarlo en la
congregación, pero esto ayudará muy poco en lidiar con los problemas que se presenten con el tiempo, en los cuales se
requiere la sabiduría aunada a la experiencia que dejan los años, de otra manera solo se cumplirá el dicho: "Echando a
perder se aprende", y entendiendo además, que la iglesia no es un laboratorio para experimentar. --- La iglesia local
tampoco fue diseñada para que la dirigiera un solo hombre, ya que se corre el peligro de caer en una dictadura. --- Este
sistema funciona más bien en el ambiente secular, donde el despotismo y la prepotencia reinan, pero esto no fue lo
destinado para la iglesia. --- Cristo alertó a sus discípulos acerca del peligro de anhelar la grandeza, advirtiéndoles que
de intentarlo, solo los llevaría a una humillación segura, mediante la cual se esfumarían sus anhelos de sobresalir sobre
los demás. (Mt. 20:25-28).
El pastor solitario es un huérfano sin herencia en la Palabra, ha sido más bien un cómplice cooperando con mantener
un sistema cuyas estructuras pertenecen más a la religión tradicional que al modelo establecido por los apóstoles,
mediante el cual la iglesia conoció su libertad, y tuvo un crecimiento óptimo, porque su vida era orgánica, sus miembros
conocían verdaderamente la edificación mutua, y el amor fraternal no era una utopía, ya que la cabeza era Cristo mismo
y no el hombre. --- Esto se debió también a aquellos hermanos llamados ancianos, dotados de sabiduría, los cuales
dirigieron, apacentaron, supervisaron y cuidaron del rebaño del Señor voluntariamente, no por ganancia deshonesta,
con ánimo pronto, y no como teniendo señorío, sino siendo ejemplos de la grey. (1 Ped. 5:1-4).
Muchos podrán objetar, diciendo que los tiempos han cambiado, o que las culturas demandan otro tipo de liderazgo,
pero estos son solo argumentos humanos, que aunque tengan sentido, lo establecido por Dios no cambia, y es lo que
va a funcionar. --- Porque querer justificar nuestra posición sin el respaldo de las Escrituras, solo nos convierte en unos
necios, aferrados a construir nuestra casa sobre la arena. --- Así es que todo lo que digas o hagas en tu afán de
justificarte, solo será en tu contra.
El pastoreo moderno de un hombre, no tiene raíz alguna en las Escrituras, no tiene donde sustentarse, y no puede
probar su autenticidad. --- Surgió como un fantasma en el tiempo de la historia, para encarnarse en la persona de un
hombre, y así tomar el destino de cada congregación. --- Este llamado "ministerio" pastoral, usurpó el modelo original de
un presbiterio local, establecido por los apóstoles, como lo hiciera Pablo al final de su primer viaje apostólico, donde
estableció, no un pastor, sino varios ancianos en cada iglesia que él había plantado, veamos: "Y constituyeron ancianos
en cada iglesia, y habiendo orado con ayunos, los encomendaron al Señor en quien habían creído". (Hechos 14:23). ---
Más tarde le recuerda a Timoteo lo que había recibido por la imposición de manos de los ancianos locales: "No
descuides el don qué hay en ti, que te fue dado mediante profecía con la imposición de las manos del presbiterio". (1
Tim. 4:14). --- También Santiago en su carta, anima a los hermanos a llamar a los ancianos de la iglesia y no a ningún
pastor, en caso de necesidad: "¿Está alguno enfermo entre vosotros?, Llame a los ancianos de la iglesia, y oren por él,
ungiéndole con aceite en el nombre del Señor". (Santiago 5:14). --- Tristemente este modelo de servicio y supervisión
una vez latente en el Nuevo Testamento, ha ido desapareciendo bajo los escombros de la presente tradición, la cual ha
logrado imponerse a través de los últimos siglos, por la prepotencia de sus defensores, los cuales no han dejado que
prevalezca la Verdad, y esta situación ha mantenido a la iglesia estancada, en medio de un mundo que amenaza con
sofocarla y extinguirla, porque sus líderes la tienen atada, y ella no ha sido capaz de sobreponerse a su deplorable
condición, ni de recobrar su herencia en la Palabra.
Pareciera que las palabras dichas a Faraón, resonaran hoy en el llamado ministerio pastoral moderno: "Deja ir a mi
pueblo..." (Éxodo 5:1), y que el Señor amonestara a dicho liderazgo ordenándole: ¡Suelta a mis hijos!, desata sus
amarras para que me sirvan, para que me conozcan y me adoren sin intermediados, para que ellos solos se edifiquen y
se ministren, para que con libertad se amen y se ayuden, como lo fue en otro tiempo, para que comiencen a unirse por
las coyunturas y ligamentos como miembros de un cuerpo que son, ya no los quiero ver más desunidos, ya no soporto
más que solo sean espectadores de tus programas, de tu elocuencia. --- "Déjalo ir a Mi Pueblo", comprende que Yo soy
su cabeza y no tú. --- De ellos mismos pueden salir hombres santos que los apacienten y supervisen voluntariamente,
sin esperar nada, sin ejercer control y sin llamar la atención, siendo solo un ejemplo para ellos. --- Entiende que tu solo
no me eres indispensable, este nunca fue mi plan, yo establecí una pluralidad de hombres en cada congregación, y no
un solo hombre. --- Deja de arruinar "mi iglesia", yo sé que eres sincero, pero el obedecer es mejor que los sacrificios, (1
Sam 15:22). --- Deja ya de ser el principal, deja el altar, el púlpito, no necesito más lugares altos en la reunión de mi
pueblo, Yo quiero ser el único Alto y Sublime. --- Baja de allí, y se como uno de ellos, si eres digno, serás parte del
nuevo "presbiterio", el cual permitirá que Yo sea la única cabeza, y no tú. --- Este presbiterio o ancianos, supervisarán y
cuidarán de la iglesia local, la asistirán en la enseñanza, en el consejo, pero no ejercerán dominio alguno sobre ella,
porque Yo soy su cabeza. --- Tu solo serás un servidor, un voluntario, pasarás desapercibido, ya no serás el "icon", "el
pastor", "el doctor", "el actor", "el aclamado", sino un miembro de mi cuerpo al igual que los demás. --- Si esto haces,
estarás regresando a lo que un día establecí para mi iglesia, lo cual fue desfigurado por la ambición de los hombres, los
cuales cambiaron mis preceptos e hicieron su propia religión. --- Renuncia pues a tu grandeza, y ya no andes más
descarriado, y ven a formar parte de mi pequeño rebaño, que al fin y al cabo "Yo soy su Pastor". (Juan 10:11,14). ---
Guillermo Pérez --- Gracia y paz!!
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