lunes, 6 de julio de 2015

Sobre La Evangelización

¿Habrá algo más importante que salir a la calle a predicar? Sí, conocer el Evangelio que se piensa entregar. En otras palabras, es más importante enviar el Evangelio a través de misioneros al mundo, que enviar la mayor cantidad de misioneros al mundo sin el Evangelio.
No basta la pasión y las ganas que yo tenga de salir a la calle a predicar si no llevo el mensaje correcto. Si Dios le da a usted un vehículo, de seguro usted querría salir a la calle a manejarlo, pero usted primero debería aprender a manejarlo, sino haría daño. Lo mismo pasa con el Evangelismo.
Paúl Washer dijo en un sermón que "si Dios lo salvara hoy y le diera 2 días para ir a predicar, él ocuparía 1 de esos 2 días en CAPACITARSE".
Un carismático o un neopentecostal diría, "yo no... Yo saliera ese día y dejo que el Espíritu me dirija".
Lo cierto es que como dijo Richard Baxter (1615-1691), "no es el trabajo del Espíritu darte el significado de la Escritura y conocimiento sin tu propio estudio y labor. El trabajo del Espíritu es bendecir ese estudio y darte de ese modo conocimiento. Si rechazas el estudio con la presunción de que el Espíritu Santo te dirigirá, estás rechazando la Escritura misma".
Hace un tiempo estaba en la iglesia organizando unas cosas y mi mamá me llamó y me dijo: "Te ha venido a buscar varias veces fulano, cuidado, se veía nervioso". Al rato esa persona llegó a la iglesia y pasó apresurado y me dijo: "varón quiero 'aceptar' a Cristo y que usted me haga la oración".
Le dije, "¿qué pasa, por qué estás así?" Y me contó que lo había dejado la novia y se había cambiado de ciudad, y él estaba desesperado. Me senté con él un buen rato, y le prediqué el Evangelio. A mí me interesaba que él pusiera a un lado su situación sentimental, y viera su condición o estado espiritual. Hoy él sirve a Cristo.
Quizás algunos habrían aprovechado la oportunidad para decirle "pon tú mano derecha sobre la Biblia y repite conmigo", pero tú y yo sabemos que eso no fue lo que hizo Cristo con el Joven Rico, ni el apóstol Pedro en su primer discurso con los que se compungieron de corazón.
Si usted quiere a ir a predicar, gloria a Dios. Me alegro y lo animo a que predique, pero antes preocúpese por hacer las cosas bien. ORE A DIOS, CAPACÍTESE, Y LUEGO SALGA, porque si las personas a las cuales usted le va a predicar no van a ser traídas con la Verdad, es mejor que las deje en donde están. Cristo no nos llamó a hacer ADEPTOS a nuestra denominación o iglesia, sino a hacer DISCÍPULOS.
La conversión es muertos resucitando (recuerde lo que ocurrió en el Valle de los Huesos Secos)... Y el Evangelio tiene poder de Dios para salvación. Preocupémonos por hacer las cosas bien. Si usted es anti-estudio o anti-preparación nunca será un misionero responsable. Sé muy bien que no somos responsables de la conversión de las almas pero sí de lo que predicamos.
Algunos me han dicho, "Pedro era un hombre sin letra y del vulgo, y no estudió", ¿LES PARECE POCO QUE HAYA TENIDO COMO MAESTRO AL MISMO CRISTO?

No hay comentarios:

Publicar un comentario